Sin dudas ser un buen líder es una cuestión bastante subjetiva que depende de los grupos de trabajo que se lideran, sin embargo, todo buen líder tiene características y habilidades que lo distinguen como un excelente referente para su equipo de trabajo.
Las habilidades que caracterizan a un líder exitoso son las vinculadas con la iniciativa, el trabajo en equipo, la resolución de problemas, la capacidad de análisis y las de negociación.
¿Qué es un líder?
Un líder se define como una persona capaz de guiar e influir a otras personas y convertirse en un referente para ellos. Hay algunas personas que tienen características de líder innatas y otras que son líderes impuestos y que los grupos deben respetarlos como tales.
Existen líderes que reflejan una imagen positiva entre los grupos que lideran y otros que representan una referencia negativa por ser dominantes y autoritarios. Estos últimos, son los que de ninguna manera deben existir en los grupos de trabajo.
Los expertos también estudian a los líderes como personas que representan para sus grupos modelos a seguir, impulsando lo mejor de cada uno de los miembros del equipo. Se destacan por su carisma, por motivar y por atraer a personas para que realicen la acción deseada.
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Su capacidad de acción en los momentos más necesarios es uno de los puntos fuertes que hacen a las personas transformarse en líderes, pues no solo se dedican a guiar el trabajo ajeno sino que realizan el suyo por cuenta propia tratando de obtener los mejores resultados.
¿Cuáles son las características que hacen a una persona un buen líder?
Se puede aprender a ser buen líder a lo largo de la vida laboral, hasta que toque el momento de hacerlo ¿Cómo se hace? Observando a otros buenos líderes, construyendo una imagen mental de lo que no hay que hacer y desarrollando paulatinamente estas características con los pares en el trabajo. Un buen líder no es lo que dice que va a hacer sino lo que hace y como eso impacta entre el grupo de trabajo del que es referente.
Entre las características que definen a un buen líder se encuentran:
- Reconocimiento del trabajo de los miembros del grupo y otorgamiento del crédito a ellos. Se trata de respeto y agradecimiento por personas que son fundamentales en el equipo de trabajo.
- Dando el ejemplo es la manera más segura de conseguir la adhesión del grupo de trabajo a una causa. Un buen líder llega primero y se va al último y realiza un trabajo comprometido demostrando que los otros pueden confiar en él.
- El líder debe proyectar la imagen de tal, no solo en la vestimenta, sino también en la actitud.
- Tomar decisiones sin titubear frente a situaciones de crisis demostrando confianza en sí mismo y no decidiendo por decidir, sino teniendo criterio al hacerlo y teniendo en cuenta el modo de pensar del equipo de trabajo en su conjunto.
- Un buen líder debe ser comunicativo pase lo que pase. El equipo de trabajo debe estar al tanto de todo lo que ocurre y el líder saber cómo transmitírselo.
- El control de las emociones es fundamental, porque el buen líder sabe actuar bajo presión.
- Mientras el equipo trabaja a destajo, el líder debe trabajar aún más y colaborar al equipo cuando está desbordado.
- Saber controlar los procesos en todos los momentos y gestionar a un equipo es una cuestión fundamental. Un líder debe ser sonriente y persuasivo desde que se despierta hasta que puede conciliar el sueño.
- La empatía y la educación es imprescindible para poder sacar el máximo potencial de su grupo de trabajo, porque cada persona es particular y cada una es vital para el éxito.
- Aunque estés en una posición de liderazgo, siempre es un buen momento para crecer. Por ello debes buscar un referente de tu confianza que se convierta en tu consejero a largo plazo y te ayude a aprender de otros modelos dentro del campo que te desempeñas, que haya cumplido sus metas o que tenga más experiencia.
- La asignación clara de tareas y roles es una de las cosas que hacen a los líderes eficientes. No se trata de controlar de manera excesiva al equipo de trabajo sino de definir los objetivos que cada uno debe cumplir y explicarles lo que sea necesario para que se cumplan.
¿Qué es lo que un buen líder no debe hacer?
Como ya mencionamos antes, cualquier persona puede convertirse en líder aprendiendo lo que si se debe hacer y lo que no. Si caes en el error de aprender lo que no se debe hacer y aplicarlo a tu vida de liderazgo quizás puedas convertirte en un líder sumamente negativo para tu equipo de trabajo.
Ten en cuenta estas cosas que no son positivas para un líder:
- La falta de capacidad para detectar y organizar detalles es un error grave, porque ellos forman parte de cualquier proceso. Puede ocurrir que un líder diga estar demasiado ocupado para velar por ellos, pero eso solo demostrará la falta de organización para cumplir eficientemente con sus tareas.
- La falta de humildad forma parte de una característica sumamente odiada por los equipos de trabajo. El no poder ponerse en los zapatos de sus inferiores solo da cuenta que no es capaz de hacer un trabajo que exigiría a otro que realice.
- Esperar una recompensa personal de manera constante por lo que hizo su equipo de trabajo habla no solo de un mal líder, sino de una mala persona.
- El saber aumentar el rendimiento de los demás, es una tarea inherente a cualquier líder. Pero muchos temen que alguno de sus seguidores pueda ocupar su cargo y eso da cuenta de que no está realizando bien su función de liderazgo.
- La falta de estrategias para generar planes de acción o para hacerle frente a las emergencias hablan de un líder que no está lo suficientemente preparado para afrontar su cargo.
- Las personas que siguen a un líder lo hacen porque depositaron su confianza en él y romperla es desleal y puede generar efectos negativos.
- El abuso de poder en la posición de liderazgo puede generar una revolución dentro de los equipos de trabajo, pues para los miembros el líder en el que alguna vez depositaron su confianza, se convierte en un simple dictador. Asimismo, no debe vanagloriarse de los títulos que tenga, pues un líder siempre es mucho más que eso.
- Si un líder rompe con las promesas que alguna vez le realizó a su equipo de trabajo, lo más probable es que se desate una rebelión interna que haga tambalear su puesto de trabajo.
Diferentes buenos líderes en diferentes contextos
En el ámbito laboral existen diferentes tipos de líderes, entre ellos existen principalmente dos: los que se centran en las personas y le dan importancia al equipo de trabajo y los que se centran en la tarea y el cumplimiento de objetivos. Ninguno de los dos es totalmente malo ni bueno, lo ideal es que un líder sea una mezcla de las dos características.
Si nos centramos en el primero podemos caer en el error de un líder demasiado humano que pierde el foco en la productividad, pero en el segundo caso, se trata de un líder cuyo único interés es el cumplimiento de tareas sin importar el factor humano.
Convertirse en un buen líder en un equipo de trabajo a veces puede ser una tarea que se construye de manera voluntaria, pero otras, es algo que se va realizando a lo largo del tiempo con ciertas acciones que no nos damos cuenta. Ello puede ser observado por superiores y derivar en una promoción.
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Una persona que ayuda a compañeros de manera desinteresada claramente se traduce en simpatía de parte de los equipos de trabajo y proximidad, algo visto de manera muy positiva entre los pares. Asimismo, en ambientes pequeños de trabajo, el carisma es una característica que se valora y refuerza la imagen positiva de camino al éxito.
Una persona pasiva que ve la vida pasar nunca llegará a ser un buen líder, en cambio, decidir y tener la iniciativa es comenzar a cultivar la semilla de liderazgo, una tarea que según los expertos puede llevar hasta dos años o más aprender.
Los buenos líderes son consultivos y participativos y realizan el intercambio con sus equipos de trabajo a través de variadas técnicas como la lluvia de ideas, o el benchmarking que consiste en comparar los productos y servicios de la empresa e incluso desayunos de trabajo, entre otras actividades.
Los beneficios de contar con buenos líderes dentro de las empresas
A nivel empresa, la figura de un buen líder trae muchos beneficios no solo porque ayuda a mejorar el rendimiento, sino también porque aumenta la productividad. Entre los beneficios se encuentran:
- Reducción del ausentismo laboral que deriva de la motivación y el optimismo de los empleados a la hora de ir a trabajar.
- Ambiente de trabajo idóneo que permite un aumento de la productividad disminuyendo el malestar
- Entornos laborales óptimos que generan sentimientos positivos entre los trabajadores y que se traducen en el cumplimiento de objetivos fijados en el tiempo determinado.
- Aumento en los beneficios y la imagen positiva de la empresa a nivel interior y exterior.