Equilibrio entre familia y trabajo [13 consejos y hábitos]

Por Natalia Strada

Lograr un equilibrio entre la vida laboral y la vida personal y familiar es una de las actividades más complicadas de la actualidad, por las extensas jornadas de empleo y por ello se hace muy dificultoso el manejo del tiempo.

Nuestros 13 consejos para equilibrar familia y trabajo son:

  1. Establecer prioridades
  2. Llevar una agenda
  3. Delegar tareas
  4. Solucionar cada inconveniente
  5. Promover la comunicación
  6. Concerse
  7. Aceptar imperfecciones
  8. Alejarse de lo que no suma valor
  9. Saber desconectarse
  10. Hacer cosas para uno mismo
  11. Fortalecer el grupo familiar
  12. Aprender a poner límites
  13. Entender las realidades de los demás

Al reflexionar sobre mis propias vivencias, me es habitual, que me suceda encontrarme jugando con mi niña mientras trabajo desde casa. Por lo que, pienso, es demasiado difícil conciliar entre una y otra cosa, sintiendo que son cuestiones por separado, sino que son ámbitos que se mezclan constantemente.

A medida que vamos creciendo nuestros roles van cambiando, o se suman. Por ejemplo, soy hija, hermana, madre, y profesional independiente, con cuatro trabajos distintos, con diferentes tareas y funciones.

¿Quieres que tu CV destaque del resto?

Prueba nuestro análisis profesional gratuito y en sólo 5 minutos estarás sacándole ventaja al resto de los candidatos. Se adapta a tu perfil y te indica claramente qué aspectos podrías mejorar. Empieza a prepararte para dar el próximo gran paso en tu carrera haciendo click aquí.

Y si bien me ha sido difícil llegar a este momento, por la complejidad con la que uno lidia a diario, ha sido posible compatibilizar mi vida familiar y laboral.

La clave del equilibrio no sólo es que nosotros sepamos organizarnos y podamos hacerlo, sino también contar con empleadores y empresas que fomenten posibilidades para hacer una adecuada incorporación de nuestra área personal y laboral.

En este artículo te daré algunos consejos para que puedas equilibrar la calidad y la cantidad de tiempo entre tu hogar y tu empleo.

Diez Consejos para aprovechar el tiempo al máximo

  1. Establece prioridades: A menudo aparecerán situaciones en las que no podrás estar en dos sitios a la vez, por lo cual deberás tener en claro qué elegirás. Si alguno de los niños se enferma, y prefieres quedarte a cuidarlo, o si puedes delegar su cuidado porque tienes una importante tarea laboral que cumplir ese día. También sé respetuoso con tus propios límites. Siempre habrá un mail o mensaje que responder, pero debes considerar tus límites ya que, si no lo haces tú mismo, nadie lo hará por ti.
  2. Prepara la agenda: Con el objetivo de disfrutar todo el tiempo posible, incluso con varias tareas a la vez, arma el calendario de la semana. Incluso podrías hacer algo de ejercicio en la bicicleta fija, mientras respondes mails, o salir de caminata mientras resuelves algún tema, telefónicamente. No olvides reservar los horarios de eventos importantes de la familia, como así también tiempo exclusivo para pasar con tus hijos o tu pareja. Así evitarás asignar una reunión el día de un cumpleaños familiar.
  3. Delega tareas: El estrés extremo proviene de acaparar actividades. Reparte las tareas hogareñas con tu familia, para una convivencia equitativa. También, si te es posible, delega actividades en la oficina. Cultiva la confianza en los otros. Esto hará que no te sobrecargues y seas más eficaz en las propias tareas. Además, selecciona correctamente a las personas de tu alrededor, en las distintas funciones que debes cumplir.
  4. Solucionar cada inconveniente: Intentar conversar todos los problemas, no amontonarlos, para no saturarse y tener la mente lo más liberada posible.
  5. Promover la comunicación: Indica el cumplimiento de metas y logros, aunque no de plazos. Fomenta el feedback, dar y recibir información. Si tienes objetivos debe haber estrategias para llevarlos a cabo eficientemente, y eso es algo que debes poner en claro desde el inicio de cualquier relación, sea laboral o personal. También puedes hacer que en la familia estén bien conectados. La tecnología permite, por ejemplo, que con un grupo de whatsapp familiar puedan conversar todos de aquello que les pasó en el día y así generar un ambiente de conexión y comunicación ameno. También puedes promover la comunicación en las comidas compartidas o en algún paseo en común. Reconoce lo que precisas y comunícalo eficazmente. Hazle saber al otro si quieres o necesitas salir a un horario determinado para cumplir con otra actividad. Sé honesto, y así evitarás que los demás tengan que adivinar lo que necesitas.
  6. Conocerse: Dominar para qué somos buenos y en qué no, y para aquello que carezcamos de determinadas destrezas, elegir con quién podamos integrarnos.
  7. No somos seres perfectos: Por más orden que tengamos en nuestras vidas, siempre habrá cosas que nos sorprendan y que no podamos controlar. Las eventualidades suceden y deberás estar preparado para cumplimentar con lo que requieras en ese momento, reduciendo la tensión al mínimo.
  8. Alejarse de lo que no agrega valor: Jugar videojuegos o las redes sociales pueden quitarte tiempo valioso que hace que te distraigas. Haz foco en lo verdaderamente importante y no te desconcentres.  El tiempo no es algo que pueda comprarse. Por ello, disfruta cada minuto, cada hora de tu día para realizar cosas realmente importantes. Si necesitas estructura y planeación, pues pon manos a la obra.
  9. Usa el botón de Apagar: Todos los aparatos tecnológicos lo tienen. Así que, no debes más que utilizarlo. Desconectarse de los demás o del mundo laboral, es una de las tareas más complicadas que debemos encarar. Hazlo de a poco, pero hazlo. Por ejemplo, no incluyas el celular en tu cena o almuerzo; No lleves la Tablet a la playa o al lugar que elijas para tus vacaciones. Si puedes implementarlo un par de veces, luego te será más fácil trasladarlo en otras actividades con mayor frecuencia. Si logras hacer desconexión de la tecnología y los problemas conseguirás algo muy valioso como lo es la óptica. El criterio con el que vayas a enfocar y resolver los inconvenientes seguramente no sea el mismo. Podrás distanciarte de las emociones y ser más objetivo en la toma de decisiones. También utiliza la función de apagado para cerrar el día de trabajo. Ponte horarios y cúmplelos. Si siempre te llevas el trabajo a casa, te atrasarás con las tareas de tu hogar o de la vida familiar.
  10. Haz cosas para ti: Tu salud física y mental solo dependen de ti mismo. Por ello, resérvate actividades para darte gustos o tomar tiempo a solas. Leer, darnos un baño relax, meditar, caminar o hacer ejercicio, son algunas de las ocupaciones de las que puedes beneficiarte. Sentirte bien, hacer cosas que te interesan, para estar bien con los demás. Esto no es trabajar menos, sino elegir la calidad del tiempo invertido en cada tarea para que sea en línea con lo que en verdad queremos.

Tres hábitos exitosos para equilibrar la Familia y el empleo

Hay prácticas que llevan a cabo muchas parejas para balancear sus vidas laborales y personales, y que son muy exitosas si las pones a prueba:

Conforma un equipo familiar:

Cuando tienes un trabajo con muchas exigencias, es fácil desperdiciar el tiempo, y no ocuparse de la familia hasta que los problemas nos son una urgencia.

Para ello, precisas darle a la familia el mismo nivel que al empleo.


¿Te encuentras en plena búsqueda laboral?



¿Quieres dar el próximo gran salto en tu carrera?

Nosotros nos encargamos de todo lo que necesitas para lograrlo. Te ofrecemos un análisis profesional de tu CV GRATUITO, con consejos simples para que tu aplicación destaque del resto. Consigue el empleo de tus sueños con ayuda de Curriculado haciendo click aquí.

Ayuda con tu CV y LinkedIn

¡Quienes aprovechan nuestro análisis gratuito de CV tienen 3 veces más chances de ser llamados a entrevistas!

Nuestros usuarios dicen:

Kit de Crecimiento Profesional Kit de Crecimiento Profesional Kit de Crecimiento Profesional

Poner un nombre al equipo de la casa, o de la familia, ayuda a que los individuos no se vean como en una competencia, para ver quién cumple sus tareas por sobre el otro, sino que se vean como socios.

Si uno se desarrolla más que los otros pueden generarse rispideces o resentimientos innecesarios para mantener un círculo de confianza y comunicación que fluya en la familia.

Poner Límites sin culpa:

Para mantener un balance entre la vida familiar y personal es importante aprender a rechazar invitaciones a las que no podemos o no queremos asistir sin sentirse culpable. Sin embargo, no es fácil decidir en qué oportunidades podemos negarnos a participar.

Siempre deberás ser honesto contigo mismo para poner en la balanza los deseos, necesidades propios y ajenos. Tal vez participamos de algunas actividades por el deber de ser un profesional, o padre o madre o pertenecer a determinados círculos sociales, a pesar de que dichos eventos no mejoran nuestra calidad de vida familiar o laboral. Simplemente decimos que sí a ocupaciones que son prioridades y deseos ajenos.

En esos casos, siempre es prudente conversar en familia, o con el equipo de trabajo para definir límites claros de nosotros y para y del equipo.

Para evaluar si la invitación que recibes tiene un valor agregado en tu vida, puedes hacerte las siguientes preguntas:

  • ¿Puedo añadir valor único en esta actividad/Evento?
  • ¿Recibo valor agregado si participo?
  • ¿Si asisto, Podría afectar a mi familia o pareja? 

Considerar las virtudes y las disposiciones de los otros

Cuando en el matrimonio trabajan ambos, es difícil mantenerse informado de todas las responsabilidades hogareñas o personales de todas las personas que conforman la familia.

Hay que diseñar una estrategia y mantenerse a raya con la disciplina para lograr funciones específicas en el hogar.

Si se dividen las diferentes responsabilidades teniendo en cuenta las habilidades y los intereses o deseos de los demás, esto podría allanarnos el camino.

Cada uno puede confeccionar una lista de sus deberes en el hogar y ponerles un calificativo a cada una de ellas. Por ejemplo, si nos toca lavar ropa, o llevar a los niños a realizar sus actividades, incluir si nos parece “odioso”, si se “disfruta” o si “no interesa”.

Así podríamos reordenar las tareas de acuerdo al interés de cada integrante y evitar realizar tareas que nos molestan. Si encontráramos alguna responsabilidad que no le interesa a nadie, podríamos evaluar si tenemos la posibilidad de contratar a alguien para que la lleve a cabo.

Artículos Relacionados

Deja un comentario