103 preguntas de entrevista laboral y cómo responderlas

Finalmente, se te dio.

Abriste tu casilla de correo electrónico y ahí está la invitación a entrevista que tanto estuviste esperando.

Este es tu momento de brillar, ya eres uno de los pocos candidatos que la empresa se tomará el trabajo de conocer.

Pero… ¿No sería genial poder saber de antemano qué preguntas te harán en esa entrevista?

De esta manera podrías preparar respuestas que dejen boquiabiertos a los entrevistadores y los convenzan de pasarte al siguiente paso en el proceso.

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Por desgracia, en Curriculado todavía no tenemos poderes telepáticos que nos permitan leer la mente de tu futuro interlocutor.

Lo que sí tenemos es una amplia experiencia y conocimiento de las preguntas más habituales que suelen hacérsele a los candidatos en el proceso de selección.

En este artículo te las enumeraremos y luego te propondremos las respuestas ideales a las mismas.

Si estás preparándote para una entrevista, te recomendamos visitar nuestro centro de recursos para las entrevistas laborales.

Si prefieres la versión en video de este artículo, aquí puedes verla:

Respuestas para las preguntas de tu entrevista laboral

Lo primero que debes tener en claro antes de contestar cualquier pregunta es lo que está buscando el reclutador.


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Asegúrate de haber estudiado la descripción del puesto al que estás postulándote. Teniendo sus requisitos en mente, te será mucho más fácil adaptar naturalmente tus palabras a lo que la empresa necesita.

Por supuesto que nada es definitivo, y no te recomiendo memorizar ninguna de estas respuestas, pero te aseguro que repasar esta lista antes de tu próxima entrevista te hará estar mucho más preparado a la hora de contestar.

¡Empecemos!

Preguntas de cortesía

¿Tuviste dificultades en llegar hasta aquí?

Esta es, tal vez, una de las preguntas más comunes que te harán al comienzo de tu entrevista.

No hay mucha mística detrás de ella. Es una formalidad, y un gesto de empatía.

Por supuesto que las primeras impresiones son muy importantes. Tu interlocutor seguro comenzará a hacerse una idea de tu personalidad y tu desenvolvimiento desde aquí.

Tan sólo responde sinceramente, no des una respuesta demasiado corta, ni te enrolles describiendo pormenorizadamente tu viaje.

Es una buena oportunidad para devolver la cortesía y sacar charla preguntando “¿Y tú eres de por aquí?”, por ejemplo.

En algunos casos, el entrevistador estará interesado en saber qué tan difícil es tu acceso al lugar de trabajo. Un viaje muy largo o complicado podría significar futuras ausencias o retrasos.

Intenta no ser demasiado dramático en caso de que no haya sido tan fácil tu llegada a la oficina.

¿Conocías la empresa?

Si has tenido contacto con la empresa, es un buen momento para que describas brevemente lo que sabes de ella.

Recuerda que es importante que llegues a la entrevista teniendo una noción clara de la historia de la empresa y sus negocios.

¿Fuiste nuestro cliente alguna vez?

Responde con total sinceridad. Si no has sido su cliente no hay nada de malo. Explica tus motivos sea cual sea el caso.

Menciona las cosas que te gustan de los productos o servicios que ofrece la empresa. Habla sobre la habitualidad con que los consumes.

Si tienes alguna historia breve relativa a ellos puede servirte para romper el hielo.

¿Conoces a alguien que trabaje aquí?

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Si tienes a algún conocido en la empresa, no dudes en mencionarlo.

Aunque no te haya recomendado, si tu entrevistador luego le pregunta por ti y esta persona tiene algo positivo para decir, esto sin dudas te ayudará.

Las recomendaciones, aunque sean casuales, tiene un efecto muy beneficioso en el proceso de selección.

¿Qué debería saber sobre ti que no esté en tu currículum?

Esta pregunta no es tan habitual, pero podría ser una forma de iniciar una conversación.

Busca alguna característica que te defina y de la que puedas contar una historia con principio y fin.

Si esta historia se resuelve con experiencias o logros que puedan ser aplicados de alguna forma al ámbito laboral o que definan algún valor personal positivo, habrás aprovechado la oportunidad al máximo.

Preguntas básicas

Cuéntame un poco sobre ti

Quién te esté entrevistando seguramente ya haya visto tu currículum, y muy probablemente tenga una copia del mismo en sus manos.

La función de esta pregunta no es repasar exhaustivamente tu hoja de vida, sino darle una motivación a cada uno de sus puntos.

En otras palabras, frente a esta pregunta puedes mencionar por qué elegiste la carrera que estudiaste, qué cosas te gustaron de ella, por qué elegiste tu último trabajo, las cosas que aprendiste trabajando allí. Las posibilidades son muchas.

Usa esta pregunta para complementar lo que tu currículum ya dice de ti. Dale un toque más humano.

Este es el momento dónde el reclutador empezará a evaluar si tu personalidad funcionará bien dentro del equipo de trabajo.

Intenta no ser demasiado vago en tus dichos. Habla de tus logros, menciona porcentajes de mejora y números de ventas. Aporta datos objetivos, medibles y ciertos.

Este es un buen momento, también, para tratar el elefante en la habitación, si acaso tienes períodos sin trabajar, has cambiado de trabajo frecuentemente, o cualquier otra cosa que pueda resultar negativa a ojos de tu interlocutor.

Siempre es mejor referirse a este tipo de cuestiones y no hacer parecer que las quieres ocultar.

¿Por qué estás aplicando a esta posición?

Es aquí donde te va a ayudar haberte estudiado la descripción del puesto.

Encuentra los vínculos más claros entre tu experiencia y lo requerido para la posición.

De nuevo, aprovecha la oportunidad para comentar tus logros en los temas relativos al puesto. Esto de ninguna forma es jactarse de tus éxitos, sino demostrar al entrevistador que estás ahí porque sabes lo que haces y sabes lo que quieres.

Aprovecha para mencionar algo que te guste de tu posición.

Por ejemplo, si trabajas en soporte al cliente, puedes decir: “Me encanta resolver los problemas de los clientes y verlos irse con una sonrisa inmensa”

¿Por qué te interesa trabajar aquí?

Este es el momento para que demuestres todo lo que sabes de la empresa. Menciona factores positivos que recuerdes de tu investigación previa.

¿Has navegado todo su sitio web cierto?

Si quieres hacer trabajo extra, googlea noticias sobre la compañía. Puedes aprovechar cualquier curiosidad que hayas leído para preguntar al entrevistador y demostrar mayor interés.

Menciona que sientes que compartes los mismos valores con la empresa. Habla de proyectos que sepas que hayan realizado que realmente te interesen.

¿Por qué eres un buen candidato para este trabajo?

Recuerda los requisitos y la descripción del puesto.

Menciona por qué cumples con ellos, habla de logros que certifiquen esta afirmación.

Si estás sobre calificado en algún aspecto, aprovecha para mencionarlo. Cuenta cómo has realizado tareas aún más complejas sin problemas.

Desliza alguna experiencia de liderazgo relativa al puesto que tengas.

¿Por qué eres la mejor persona para este puesto?

Este es el momento para que hables de lo que te destaca del resto.

Habla de las habilidades que los demás candidatos probablemente no tengas. Muestra como tu experiencia puede darte un enfoque distinto y positivo sobre el trabajo.

Puedes también cuestionar características personales positivas, habla de tu personalidad, tu perseverancia, tu paciencia. Cualquier cualidad que pienses adecuada.

Si tienes resultados extraordinarios que exponer, este es el momento. Si siempre cumpliste con tus objetivos en el trabajo anterior, menciónalo.

Nuevamente, enfoca tu respuesta a cómo tu perfil puede ayudar a la empresa. No dejes ninguna duda al respecto.

¿Cuáles son tus debilidades?

Evita el viejo truco de inventarte una debilidad que termine siendo una fortaleza y tratarla como una desgracia.

No digas: “Mi mayor problema es que cuando me sumerjo en el trabajo puedo pasarme horas y horas hasta encontrar la solución a cualquier problema ¡Es tan terrible!”

Nadie lo cree, ni a nadie le importa.

En cambio, busca algo que realmente sí te afecte. Explica cómo estás trabajando para resolverlo, y qué resultados has tenido hasta ahora haciéndolo.

Por ejemplo: “Yo solía ser muy tímido y me costaba mucho conectar con la gente, pero estos últimos años me propuse trabajar en ello y bueno… Creo que no estoy haciéndolo tan mal ¿No es cierto?” Y dales tu mejor sonrisa.

¿Qué te interesa de esta posición?

Nuevamente, conocer la descripción del puesto es fundamental.

Encuentra cuestiones que genuinamente te interesen. Habla de ellas, comenta actividades similares que hayas realizado con éxito.

Debes demostrar que estás perfectamente al tanto de lo que se espera de ti en el rol y que tienes familiaridad e incluso pasión por las herramientas que se utilizarán para desempeñarte en él.

Menciona los resultados que has obtenido usando las habilidades requeridas.

¿Cuáles son tus fortalezas?

Apóyate en lo que dice tu currículum. Busca las características que te destacan y respáldalas con resultados que hayas obtenido utilizándolas.

Lo más importante es que pruebes que realmente tienes esas fortalezas y no las pusiste sólo porque quedaban lindas.

¿Por qué debería contratarte?

Esta pregunta es una buena oportunidad para tratar cuestiones que no hayas mencionado durante el transcurso de la entrevista.

Es que los motivos por los que deberían contratarte ya los están discutiendo desde que se sentaron a hablar.

Aprovecha siempre para destacar los logros que te hayan diferenciado del resto en tu trabajo anterior.

¿Cómo te enteraste sobre este puesto?

Sé completamente sincero. No hay trampa en esta pregunta.

Puedes decir que un colega te lo sugirió porque al ver la descripción inmediatamente pensó en ti.

Aprovecha para remarcar lo mucho que tu perfil se ajusta a lo requerido por la posición, o lo mucho que te interesa trabajar en la empresa.

¿Qué sabes de nuestra empresa?

No es necesario que conozcas los pormenores del día a día, pero demuestra que tienes una noción clara del negocio.

Has comparaciones respecto a la competencia, si lo crees oportuno. Hablar de la competencia demostrará que realmente conoces su mercado.

Más arriba te recomendé que googlearas noticias sobre la compañía. Este es un buen momento para comentarlas.

Cuéntanos sobre tu currículum

En este caso, el entrevistador estaría pidiéndote que lo acompañes en su lectura de tu currículum.

Llévalo punto por punto y expande sobre los temas de interés para el puesto al que estás aplicando.

Aprovecha para resaltar tus logros.

¿Tienes alguna pregunta para mí?

Aprovecha siempre esta pregunta para realizar preguntas relevantes y memorables para el entrevistador.

Déjalo pensando tiempo después de haberte ido.

En Curriculado tenemos un artículo dedicado a preguntas que puedes hacerle a tu entrevistador. Puedes verlo haciendo click aquí.

¿Qué te hace único?

Habla de tus ventajas comparativas. Destaca tus fortalezas que te despegan del resto.

Encuentra ese algo único que resalta en tu perfil y explótalo.

Tal vez tengas experiencia poco común para tu área, tengas una formación distinta o alguna habilidad notable.

Todo lo que te individualice te favorecerá.

¿Cuáles son tus hobbies?

Comenta con pasión tus hobbies e intereses. Si encuentras alguna experiencia o habilidad transferible de tus hobbies a la posición, menciónala. Busca conexiones naturales.

Más allá de lo estrictamente natural, esta pregunta servirá para humanizar tu perfil y darte características que te identifiquen frente al entrevistador.

Evita mencionar cualquier tipo de hobbies polémicos, afiliación política, religiosa o ideológica.

¿Hay algo más que te gustaría contarnos?

Todas las preguntas de este tipo, donde la carga de definir una temática se traspasa a ti, son perfectas para venderte.

Pues sí, aunque suene feo, todo es cuestión de saber venderte.

Prepárate alguna historia interesante sobre tu experiencia o logros, no necesariamente tienen que ser laborales, pero si detallas una habilidad aplicable al puesto y cómo has sabido aplicarla, mucho mejor.

¿Cuándo puedes empezar?

Ten en cuenta a la hora de responder esta pregunta el período de preaviso correspondiente para abandonar tu empleo actual, en caso de que estés trabajando.

En cualquier otro caso, sé sincero. “La semana que viene” es una buena respuesta.

¿Estás entrevistándote con otras empresas?

Sé honesto si este es el caso. El estar participando del proceso de selección para otras empresas sólo valorizará tu perfil.

Ningún reclutador podría tomarlo a mal. Todo lo contrario.

Tu entrevistador muy probablemente piense mejor de tu candidatura, ya que, si a otros más les ha interesado, por algo será.

Evita mencionar que te ha ido mal en otro lugar, que no te tienes fe, o que no te llamaron. Déjalos pensando que los reclutadores se pelean por ti.

Si mientes y no suenas convincente, o no tienes cómo respaldarlo, podrías meterte en un problema.

Es perfectamente válido contestar que no estás en proceso con otras compañías, si esa es la verdad.

Preguntas sobre metas y objetivos

¿Cómo piensas que este empleo potenciará tu carrera?

Seguramente tengas una idea de los futuros posibles para alguien ocupando ese rol. Si no la tienes, ponte a investigar de inmediato.

Habla de lo que esperas aprender o perfeccionar en estos próximos años.

Menciona objetivos y logros que esperas conseguir.

Desliza como tu crecimiento laboral será beneficioso tanto para ti, como para la empresa. Deja en claro que el puesto es un excelente medio para conseguir lo que te propones.

¿Cómo te ves dentro de los primeros 30, 60 y 90 días trabajando aquí?

Por más que te tiente proyectar un futuro donde estarás batiendo records de facturación desde el día 2, intenta ser realista.

Seguramente el primer mes lo dediques a capacitarte y acostumbrarte al puesto.

En el segundo mes ya seguramente, con un mayor conocimiento de la dinámica de trabajo puedas aventurarte a cumplir algún objetivo no demasiado ambicioso.

Sería razonable que para el tercer mes ya estés preparado para desempeñarte al 100%.

Teniendo en cuenta esto, plantéate metas lógicas y compártelas con tu entrevistador.

¿Qué esperas de este nuevo trabajo?

Puedes encarar esta pregunta de varias formas.

Tal vez te interese trabajar en una empresa más grande para tener más recursos a la hora de llevar a cabo tus proyectos.

Puede que tu deseo sea todo lo contrario, y desees formar parte de una compañía pequeña donde el trato sea más humano y las interacciones menos burocráticas.

Es válido, también, que te enfoques en una oportunidad para desarrollar alguna de tus habilidades. Si hablas el idioma de un mercado que la empresa atienda, podrías mejorar tus capacidades conversacionales usándolo.

Busca algún ángulo para enfocar tu respuesta en el que quede claro que sea lo que sea que esperes, será beneficioso tanto para ti como para la empresa.

¿Cuáles son tus metas laborales?

Te propongo una manera para estructurar la respuesta a esta pregunta:

  • No digas que nunca has pensado en tus metas
  • Nadie pretende, al hacer esta pregunta, que adivines el futuro
  • Empieza a responder explicando tu situación actual y lo que has conseguido estos últimos años
  • Plantéate un futuro laboral razonable y comenta cómo piensas conseguirlo
  • Finaliza la idea comentando cómo el puesto al que estas aplicando encaja en tus planes

¿Dónde te ves a ti mismo dentro de 5 años?

Esta pregunta sirve para que tu entrevistador aprenda tres cosas sobre ti:

  1. Si tienes expectativas realistas sobre tu carrera
  2. Si tienes ambiciones
  3. Si la posición está alineada con tus metas de crecimiento

Nunca deberías sonar como si jamás hubieras pensado sobre tu futuro. Piensa, de manera razonable, en las posibilidades de crecimiento que crees a tu alcance. Esta es la manera más sincera de encarar la pregunta.

Si no tienes una idea clara, o no estás seguro de que este puesto sea el camino directo a ese futuro, puedes decir que, aunque no estás seguro de lo que pasará a futuro, esta experiencia será clave para definirlo.

Procura no hablar de dinero o de puestos jerárquicos específicos.

No está mal hablar de querer tener gente a cargo, o que te interesaría ocupar un rol con peso en la toma de decisiones.

¿Cuál es tu trabajo soñado?

Deja tu mente volar, pero no contestes una tontería. Salvo que sea una posibilidad real, no digas que te gustaría ser astronauta.

Piensa en algo relacionado a tu carrera. El entrevistador quiere saber si este trabajo está alineado con tu futuro profesional.

Puedes empezar a definir este trabajo soñado por sus características ¿Te gustaría viajar a menudo? ¿Tener tu propia oficina? ¿Tener un equipo a cargo? Todos estos puntos pueden servirte para caracterizar tu rol soñado.

Preguntas sobre personalidad

¿Qué cosas te motivan?

Esta pregunta puede ser un tanto complicada. Claramente el entrevistador se refiere a experiencias laborales que te motiven. No hables de tu equipo de futbol favorito.

Aquí te dejo una lista de cosas que seguramente a ti también te motiven:

  • Alcanzar objetivos y cumplir con fechas límite
  • Ayudar a mis compañeros
  • Aprender cosas nuevas
  • Resolver problemas de manera creativa
  • Sacar conclusiones claras de datos complejos
  • Trabajar como parte fundamental de un equipo
  • Ayudar al éxito de un equipo de trabajo
  • El desarrollo de un proyecto complejo que genere un gran impacto
  • Encontrar fallas o errores en los procesos que ayuden a su mejora
  • Encontrar un nuevo enfoque para resolver un problema viejo

¿Qué sucedería si tu jefe te pidiera algo que no corresponde a tu puesto?                

Esta pregunta está diseñada para evaluar tu capacidad para resolver conflictos.

Por supuesto que no hay una respuesta certera, cada persona tendrá un estilo diferente para encarar situaciones de este tipo.

Lo más importante es que te presentes como un candidato honesto y colaborativo.

Seguramente no haya ningún problema en satisfacer el pedido de tu jefe si esto fuera un caso aislado.

Si la situación se repitiera en el tiempo, tal vez sería importante que sugieras que te gustaría reunirte con él para debatir estas nuevas responsabilidades que te está delegando.

¿Qué te gusta hacer cuando no estás trabajando?

Este es el momento para hablar de tus hobbies e intereses.

No digas que te la pasas sentado mirando el televisor.

Aprovecha la oportunidad para contar una historia interesante sobre las cosas que te apasionan. Muestra tu lado más humano y aprovecha para destacar habilidades blandas y características personales.

¿Cómo te describirían tus jefes y compañeros actuales?

La siguiente guía te ayudará a ordenar la respuesta a esta pregunta:

  • honesto.
  • modesto, pero no exageres.
  • Describe una situación en donde haya quedado clara la opinión que alguno de tus compañeros o jefes tiene de ti.
  • Menciona algo relevante al puesto por el que te están entrevistando.
  • Sugiere alguna característica personal que tengas y que la gente destaque a menudo.

¿Prefieres trabajar por tu cuenta o en un equipo?

Una buena respuesta a esta pregunta es “depende”.

Pero no te quedes ahí.

Explica que para cada tipo de trabajo hay un método más efectivo.

Muchas veces en un proceso creativo, el poder contrastar las ideas con el grupo resulta invaluable.

Otras tantas veces, en una tarea rutinaria, la distracción o burocracia de compartirla con muchas otras personas puede resultar contraproducente.

¿Cómo priorizas tu trabajo?

Esta pregunta busca analizar tu capacidad para distinguir las cuestiones verdaderamente importantes de tus tareas.

Puedes comenzar por mencionar tu rutina diaria y cómo haces para mantenerte enfocado en lo que tienes que hacer.

Luego, continúa relatando alguna situación en la que decidiste delegar o postergar parte de tu trabajo para atender una emergencia.

¿Qué cosas consideras molestas?

Esta es una pregunta complicada.

El entrevistador quiere asegurarse de que podrás integrarte bien en tu nueva situación laboral.

Asegúrate de elegir algo que no se contradiga con la cultura de la empresa o lo que puedas percibir del grupo de trabajo.

Explica cómo te ha afectado en el pasado y lo que has hecho para sobrellevarlo.

¿Cómo te gusta que te trate tu jefe?

Describe lo que sería una situación ideal frente a tu supervisor.

Puedes decir que te gusta que te presenten desafíos y que estén al tanto de tu trabajo.

Recuerda que han hecho tus jefes para motivarte y qué ha sido lo más efectivo. Puedes contar una anécdota sobre este tema si te siente seguro de hacerlo. Seguramente tu entrevistador la encontrará muy interesante.

¿Qué sucedería si tu jefe te pidiera que hagas algo ilegal?

Esta pregunta busca revisar tus límites morales.

La respuesta obvia es que te negarías, pero esto no es lo que importa.

La cuestión central aquí es explicar cómo manejarías la situación. Evita dar una imagen de tibieza.

No des a entender que evitarías hacerlo. Afirma que confrontarías a tu superior y que explicarías por qué no te sientes cómodo haciendo lo que te pidió.

¿Cómo sería tu compañero ideal?

Seguramente has tenido un compañero de trabajo que se haya destacado por sobre el resto.

Usa lo que sabes de él para caracterizar a este compañero ideal.

Destaca todo lo que te gustaba de él, y cómo te ayudó a realizar tu trabajo.

¿Cómo sería tu jefe ideal?

Al contrario de la pregunta anterior, puede que aún no hayas encontrado a tu jefe ideal.

Esto no es problema, el trabajo aquí será juntar todo lo bueno que puedas decir de tus jefes pasados.

Además, puedes agregar lo contrario a todo lo que odias de ellos.

¿Cómo te llevas con las críticas hacia tu trabajo?

Es importante que un candidato sepa aceptar críticas.

Por supuesto que tienes que decir que te llevas bien con cualquier tipo de sugerencia que pueda potenciar tu trabajo a futuro.

Evita diferenciar entre críticas constructivas y críticas “porque sí”. Esto es poco objetivo y no ayudará a mostrarte como un profesional.

¿Cómo te llevas con los cambios?

En las empresas modernas, y especialmente en las start ups, el cambio es parte del mismo trabajo.

Te recomiendo hacerte amigo de los entornos laborales dinámicos para sobrevivir al mercado de trabajo moderno.

Una buena respuesta para esta pegunta sería relatar algún momento en el que tu empresa anterior haya pasado por un proceso de transformación. Recuerda hablar de cómo participaste del mismo y los beneficios que ayudaste a conseguir.

¿Qué has aprendido de tus jefes y qué han aprendido tus jefes de ti?

Para esta pregunta tendrás que valerte puramente de tus experiencias pasadas.

Tienes que demostrar que eres un candidato dispuesto a escuchar a sus superiores, y al mismo tiempo que tienes la capacidad para brindarles conocimientos enriquecedores.

Siempre puedes decir que tus jefes te han dado lecciones valiosas sobre cómo manejar un grupo y ejercer su liderazgo.

Mientras que, por tu parte, siempre estuviste dispuesto a compartir tus habilidades específicas con ellos. Este es un buen momento para mencionar algún momento en que los ayudaste con algo puntual.

¿Alguna vez la mayoría de la empresa estuvo en desacuerdo contigo sobre algo?

La discordia no necesariamente es algo malo.

Si alguna vez te pasó, busca la forma de explicarlo sin sonar altanero. Esto puede ser más difícil si finalmente tú eras quien tenía la razón.

En este caso puedes decir que la postura del resto de la empresa era completamente razonable, pero que tu podías ver más allá debido a intuición a datos que manejabas.

En cambio, si el equivocado eras tú, aprovecha para explicar, con humildad, cómo asumiste ese error, y qué aprendiste de él.

Lo importante es demostrar que supiste transitar la situación con madurez y profesionalismo.

¿Te consideras una persona exitosa laboralmente?

Seamos sinceros, nadie quiere contratar a un perdedor.

Tampoco quieras pasar por Steve Jobs, pero naturalmente la respuesta debería ser “”.

Respáldala con logros que describan el progreso de tu carrera.

¿Cómo motivarías a tu equipo de trabajo?

Esta pregunta es clave para que el entrevistador caracterice tus capacidades de liderazgo.

Puedes decir que tu principal estrategia de motivación es acompañarlos y estar para ellos cuando te necesiten, al mismo tiempo que les planteas retos desafiantes, lo suficientemente difíciles como para mantenerlos concentrados en el objetivo.

Si cuentas con experiencia liderando equipos, relata una situación de éxito que pueda atribuirse a tu trabajo como líder.

Recuerda que no es estrictamente necesario que relates una experiencia laboral, puedes aprovechar situaciones personales, relativas a tus intereses, hobbies o actividades extracurriculares.

¿Cómo eres manejando gente?

Esta pregunta apunta a tus habilidades sociales.

Si tu puesto no es gerencial, claramente esta es una manera de decir “¿Podremos promocionarte en algún momento?”

Habla de tu experiencia organizando a tu equipo. Expone resultados que se hayan conseguido gracias a tu liderazgo.

Puedes mencionar experiencia a cargo de equipos en trabajos universitarios o en actividades extracurriculares, por ejemplo, si no has tenido oportunidades de hacerlo en el ámbito laboral.

Claro que esta experiencia será mucho menos valiosa, a simple vista, pero puedes encontrar un ángulo que la haga funcionar.

¿Qué cosas te apasionan?

Esta es una buena pregunta para mostrar un lado humano.

Si te apasionan cuestiones relacionadas al trabajo, aprovéchalas.

Tal vez eres un apasionado por la tecnología y trabajas en sistemas. Explótalo.

Evita mencionar cualquier tipo de hobbie extraño, afiliación política, religiosa o ideológica. Este no es el momento.

Pero si eres el capitán de tu equipo de futbol ¿Qué mejor oportunidad que esta para hablar de tus capacidades organizativas y de liderazgo?

¿Cómo te sientes trabajando bajo presión?

No intentes esquivar esta pregunta. Irónicamente estarías siendo malo para trabajar bajo presión.

En cambio, habla de tus estrategias para mitigar la presión. Tal vez, en lo personal, decides salir a correr o meditar.

Menciona cómo intentas proactivamente prevenir circunstancias de alta presión.

Si tienes alguna situación de alta presión que hayas podido sortear con resultados positivos, este es tu momento para compartirla.

¿Qué es lo que más te enorgullece sobre ti?

Busca alguna situación o característica personal relevante al puesto al que estás aplicando.

No necesariamente tiene que tratarse de un suceso extraordinario, pero sí tiene que tener un impacto positivo.

Puedes hablar, por ejemplo, de tu crecimiento laboral o personal en los últimos años, de tus logros académicos o cualquier otra situación que realmente pueda generar una impresión memorable en tu interlocutor.

Preguntas sobre situaciones vividas

Cuéntame de algún desafío que hayas superado

Ante esta pregunta es importante que no te limites a la descripción del conflicto, sino que hagas hincapié en la resolución que encontraste para el mismo y los resultados que esto generó.

No necesariamente tienen que ser resultados estrictamente positivos. Siempre una pérdida pequeña es preferible a una pérdida grande.

Por ejemplo:

Problema: Me tocó trabajar con un compañero insoportable.

Solución: Me tomé el tiempo para conocerlo y comprendí que estaba pasando por un momento personal difícil y pude ayudar a que lo resuelva.

Beneficio: A las pocas semanas terminamos siendo el mejor equipo de la empresa.

Cuéntame qué es lo que haces en tu trabajo actual

Aquí difícilmente haya mucha trampa.

Este es un buen momento para demostrar que eres un experto en lo que haces. Explica tu posición actual con lujo de detalles. Transmite a tu interlocutor que sabes exactamente todo lo que sucede en lo concerniente a tu puesto.

Y claro, desliza algún logro o proyecto importante en el que estés trabajando.

Cuéntame de alguna vez que hayas hecho un esfuerzo extraordinario por el trabajo

Esta es una oportunidad para que comentes sobre alguna vez que hayas aprovechado tus habilidades no directamente relacionadas al puesto para resolver una cuestión laboral.

También podrías mencionar algún proyecto que te haya requerido de mucho trabajo, ayuda de alguno de tus contactos, o una solución realmente creativa.

Lo importante, como siempre, es que te enfoques en los resultados obtenidos, por sobre el conflicto particular.

¿Por qué te fuiste de tu último trabajo?

Procura no devolver una respuesta negativa. No importa realmente si odiabas tu último trabajo.

Piensa en algo en lo que te haya ayudado a crecer profesionalmente. Tal vez alguna habilidad o experiencia en particular.

Explica que esto fue una experiencia sumamente enriquecedora para ti, que te preparó para enfrentar nuevos horizontes más desafiantes, y que sientes que ahora es el momento indicado para hacerlo.

Cuéntame sobre alguna vez que hayas alcanzado un objetivo en el trabajo

Este es el momento para montar una historia de éxito que convenza a cualquiera. Seguramente tengas algún gran logro que te enorgullezca.

Has hincapié en cómo tus habilidades te sirvieron para alcanzar ese objetivo, lo extraordinario de haberlo alcanzado, y cómo podrías aprovechar esta experiencia para conseguir resultados similares a futuro.

Cuéntame sobre tu mayor logro usando la persuasión

Esta es una pregunta común para puestos de vendedor o de mucho contacto con los clientes.

Recuerda que no necesariamente debes usar una experiencia laboral para responder. Si no se te viene nada relativo al trabajo a la mente, puedes relatar una vivencia personal.

Ten en claro ser conciso con el desarrollo del relato. Indica la situación brevemente, pon en evidencia el problema, menciona como aplicaste tus habilidades para solucionarlo, y finaliza detallando los resultados de tu accionar.

Cuéntame sobre la última vez que un cliente o compañero de trabajo se enojó contigo

Los desacuerdos son normales en las relaciones humanas. Si nunca has tenido alguno, es muy probable que no estés haciendo las cosas del todo bien.

En este caso, procura no delegar toda la culpa a la otra parte, o por lo menos no asumir ninguna porción de la misma como propia.

Asume toda la responsabilidad que te corresponda y explica qué medidas tomaste para sobrellevar la situación.

¿Qué es lo que más te gustaba de tu anterior empleo?

Esta es una pregunta bastante directa. Seguramente lo tengas muy en claro.

Si no es así, intenta definirlo. Es muy útil saber y poder definir qué es lo que más disfrutas del trabajo, para así poder encontrarlo nuevamente en otros lugares.

Mi consejo, respecto a este tema, es que evites mencionar algo que el puesto en el que estás interesado no pueda darte.

Por ejemplo, si amabas la posibilidad de viajar que te daba tu anterior empleo, y ahora estás entrevistándote para una posición donde los viajes de negocios no existen.

¿Qué es lo que menos te gustaba de tu anterior empleo?

Siguiendo la línea de la respuesta anterior, asegúrate de que esto no sea algo compartido con el puesto al que estás aspirando.

Cuéntanos sobre alguna solución creativa que hayas encontrado para un problema laboral

Realmente no es necesario que te quemes la cabeza buscando alguna historia extraordinaria que contar.

Piensa en algo que haya implicado una mínima cuota de creatividad o chispa de tu parte y enfócate en los resultados que generó para la empresa.

Cuéntanos de alguna vez que hayas ayudado a un compañero de trabajo

En este caso es crucial que demuestres que eres un compañero solidario y desinteresado.

Tienes que dejar en claro que sabes que los logros del equipo son también tus logros, y el bienestar laboral de tus compañeros es una extensión del tuyo propio.

No necesariamente necesitas contar una historia propia del trabajo.

¿Ayudaste a tu compañero a configurar su teléfono en la hora del almuerzo? Genial. Esto también demostrará que disfrutas pasando tiempo con la gente de la oficina.

Cuéntanos de alguna vez que hayas logrado mejorar la productividad de la empresa

La productividad puede definirse cómo la cantidad de insumos requerida para generar un bien o servicio. A menos cantidad de insumos, mayor productividad.

Ahora que tienes la definición más clara, seguro te han florecido nuevas ideas para relatar.

Si has encontrado una manera para ahorrar tiempo en alguna actividad, o has reducido los costes de alguna tarea, habla de eso.

Puede decir también, que eres rápido haciendo tu trabajo y que realizas la misma cantidad de operaciones que el trabajador promedio, en menor cantidad de tiempo. El problema con esto es que deberías sonar muy convincente o tener datos para respaldarlo.

Cuéntanos de alguna vez que hayas tenido que improvisar en el trabajo

Esta es otra de las preguntas que evaluará tu creatividad y espontaneidad.

Intenta enfocarte en alguna situación extraña, o ajena a tus tareas habituales. Seguramente algo surja.

Procura optar por algo que te deje bien parado y de lo que cuentes con resultados para compartir.

Tal vez tuviste que reemplazar a algún compañero en una reunión a último momento, u organizar una comida para las visitas de otro país. Todo sirve.

Cuéntame sobre alguna situación en la que hayas demostrado tu capacidad de liderazgo

Piensa en actividades de grupo donde hayas guíado al resto hacia un resultado positivo.

Como ya he dicho varias veces, recuerda que, si no tienes real experiencia laboral como líder, puedes optar por relatar una situación de tu vida personal.

Por ejemplo, las actividades deportivas suelen general numerosas circunstancias de este tipo.

Cuéntame sobre alguna vez que hayas disentido con alguna decisión que se tomó en tu trabajo

En este caso no importa si tenías razón o no.

Lo que le interesa al entrevistador es entender cómo reaccionas ante este tipo de insatisfacciones.

Recuerda mantener la madurez y el aplomo. Deja en claro que, a pesar de las diferencias, valoras la decisión del grupo y eres capaz de acompañarla, desde la crítica, con total profesionalismo.

Cuéntame sobre algún fracaso que hayas tenido

Los fracasos son las mejores situaciones para aprender.

En este caso, tu respuesta deberá centrarse en lo que te llevaste de ese fracaso, por sobre el fracaso en sí mismo.

Si alguna vez intentaste iniciar un negocio o emprendimiento y no tuviste éxito, habla de eso. Identifica la raíz de tu fracaso, asume las culpas pertinentes y desarrolla todo lo que aprendiste durante el proceso.

Intenta relacionar tu aprendizaje con las herramientas requeridas para el puesto al que estás aplicando.

Cuéntame sobre algún error que hayas cometido

Esta pregunta evaluará tu ego y tu capacidad para reconocer un yerro.

Responde con humildad, todos nos equivocamos alguna vez. Cuenta todo lo que sucedió y lo que te llevó a cometer ese error.

Si conseguiste una forma de subsanarlo, desarróllala.

Finalmente, lo más importante es que reflexiones sobre lo que te ha enseñado el cometer ese error y cómo nunca más volverías a cometerlo.

Preguntas tramposas o extrañas

¿Te consideras sobrecalificado para este puesto?

En este caso no deberías desestimar tus calificaciones. Enorgullécete de ellas.

Asegura que las mismas te ayudarán, sin dudas, a hacer un buen trabajo en la empresa y generar valor constante.

Deja bien en claro, también, que estás seguro de que no faltarán oportunidades de aprendizaje durante el desempeño de tus funciones en el nuevo rol y que estás ansioso por aprovecharlas para seguir creciendo profesionalmente.

¿Estás familiarizado con el uso de [Cierto software]?

Sé sincero. Si tu perfil es el indicado no faltarán oportunidades para capacitarte.

En todo caso, menciona que eres rápido para aprender y adaptarte. Habla de tus capacidades de autodidacta y menciona algo que las certifique. Un curso online podría ser una buena opción.

Si tienes experiencia con un programa similar, no dudes en mencionarlo.

¿Alguna vez te echaron de algún trabajo?

No hay nada de qué avergonzarte. Tal vez no era el lugar indicado para ti.

Centra tu respuesta en lo que has aprendido durante el transcurso de esa experiencia y enfócate en cómo te ha ayudado a crecer profesionalmente.

Si eres el candidato idóneo para el puesto, esto no afectará tus chances.

¿Qué otras empresas te están entrevistando?

Esta pregunta es, tal vez, algo privada. Puedes negarte a ser demasiado específico si así lo prefieres. Tu interlocutor no debería tomárselo a mal.

Tampoco creo que haya demasiados motivos para no compartirlo. Si estás en proceso con otros jugadores importantes de la industria, hasta podría beneficiarte.

El interés de otras empresas de renombre en tu perfil, sólo podría validar tus credenciales.

¿Tienes referencias para presentarnos?

Deberías ser cuidadoso frente a esta pregunta. Posiblemente no quieras utilizar de referencia a tu jefe actual, si no está al tanto de tu búsqueda.

Comparte esta preocupación con tu entrevistador, seguramente podrá entenderla.

Tampoco estaría de más que le pidas que respete la discreción de tu búsqueda.

En todo caso, puedes optar por jefes de trabajos pasados con los que aún tengas buena relación.

¿Qué crees que te destaca sobre tus compañeros en tu trabajo actual?

Intenta no dar una respuesta negativa.

No disminuyas a los demás. Nunca.

A lo sumo habla sobre las cosas que te diferencian de ellos.

Si has conseguido mejores resultados los últimos meses, sientes que tu compromiso laboral es mayor, o has recibido un ascenso recientemente, todos estos serían buenos puntos para mencionar.

¿Qué esperas conseguir aquí que tu último trabajo no pudo darte?

Nuevamente, evita comentarios negativos hacia tu anterior o actual trabajo.

Enfócate en las diferencias entre los puestos o las empresas.

Tal vez tu antigua empresa era demasiado grande y no tenías oportunidades reales para plantear tus ideas, y ahora estás optando por una compañía más chica donde tu opinión será central.

¿Por qué cambiaste de trabajo tantas veces?

Intenta armar tu respuesta alrededor de factores que tú no pudiste controlar, o sobre situaciones personales comprensibles. De más está decir que no deberías echarle la culpa nadie.

Tal vez alguna de tus empresas anteriores se vio en la necesidad de hacer un recorte de personal.

Puede ser también que durante tus primeros años de actividad laboral no tenías muy en claro cuál era el tipo de roles que te apasionaban y por eso quisiste probar distintas alternativas.

Es posible que en tu última empresa hayas notado que no existían posibilidades reales de crecimiento y decidiste buscar nuevos horizontes.

¿Estás dispuesto a trabajar horas extra?

Sé sincero.

Piensa cómo te sentirías respecto a esas horas extra.

Si prefieres pasarlas con tu familia, no tiene nada de malo.

No te metas en situaciones que a corto plazo puedan hacerte infeliz. Si las horas extra son un requisito excluyente para la posición y no te sientes cómodo con ellas, tal vez este trabajo nunca fue para ti.

¿Estás dispuesto a viajar por trabajo?

Al igual que en el caso anterior, ten bien en claro cuáles son tus preferencias.

Tal vez puedas pedir más especificidad sobre la habitualidad de estos viajes.

Un viaje por trimestre puede ser aceptable, pero uno semanal tal vez te incomode.

Deja en claro tus límites.

¿Por qué tienes períodos sin trabajar en tu currículum?

En Curriculado tenemos un artículo dedicado a cómo lidiar con los períodos sin trabajar en el currículum. Puedes verlo haciendo click aquí.

Si tienes una buena explicación, menciónala.

Tal vez tuviste que cuidar a un familiar enfermo, o tú fuiste el enfermo. Tal vez te dedicaste unos meses a viajar, te tomaste un tiempo para estudiar o tuviste un hijo.

Cualquier motivo real es razonable y mucho más común que lo que tú crees.

¿Por qué quieres cambiar de carrera?

Asegúrate de tener un motivo real y convincente. Si tu única motivación es el salario, replantéate el cambio de carrera.

Comenta lo que te apasiona de la nueva carrera a la que estás incursionando. Menciona proyectos relevantes en los que hayas participado, lo que hayas aprendido y los resultados que conseguiste.

Explica cómo y por qué aprendiste lo que sabes de tu nueva carrera y por qué estás seguro de que te sentirías más cómodo con este nuevo trabajo.

¿Estás dispuesto a irte a vivir a otra ciudad?

Responde con total sinceridad.

Puede decir que por el momento no, pero que no lo descartas en un futuro.

También puedes mencionar tus locaciones de preferencia si se diera la posibilidad.

¿Estás disponible para trabajar los fines de semana?

Al igual que en respuestas anteriores, sé sincero.

No respondas lo que el entrevistador quiere escuchar. No te pongas en posiciones que luego te harán infeliz.

Si no estás cómodo trabajando los fines de semanas, y esto es un requerimiento del que no estabas al tanto, es perfectamente válido que pongas un límite ahora.

¿Tienes planeadas vacaciones este año?

Nadie dejará de contratarte porque tienes un viajecito planeado en el verano.

Además, la empresa legalmente tiene que darte vacaciones.

Deja las cosas en claro antes de empezar. Quedaría muy mal que el primer día de trabajo corras a recursos humanos a reservar ya tus días en Mallorca.

Si fueras un animal ¿Cuál te gustaría ser?

Esta es una pregunta rara, que suele agarrarte por sorpresa y que no tiene peso real en la entrevista.

La mayoría de los candidatos responde lo primero que se le viene a la cabeza.

Intenta no volverte loco buscando la mejor respuesta posible.

Sí ten en cuenta las que podrían proyectarse las características del animal que eliges sobre ti.

Por ejemplo, un perro sería alguien amigable, mientras que un cocodrilo sería una persona fría y oportuna.

¿Qué piensas que podríamos hacer distinto o mejor?

No te recomendaría proponer un cambio radical o que vaya contra la cultura de la empresa.

No le sugieras a Lacoste borrar el cocodrilo de sus camisetas, siguiendo con la línea del punto anterior.

Sea lo que sea que recomiendes, asegúrate de tener un motivo válido. Intenta no ser demasiado transgresor, salvo que realmente tengas una idea revolucionaria.

Tal vez conozcas algún caso de éxito relativo a tu propuesta. Menciónalo, esto te ayudará a solidificar tu conocimiento.

Véndeme este lápiz

Esta pregunta se popularizó por aparecer en la película El Lobo de Wall Street.

Es muy común en las entrevistas para puestos de vendedores o en los que se requieran habilidades de persuasión.

Utiliza todo tu arsenal profesional para vender ese lápiz.

Sé positivo, habla de sus características, induce a tu interlocutor con preguntas, enfócate en los beneficios que podría proveer. Ataca la necesidad y las emociones. Menciona las críticas más comunes al objeto y desestímalas profesionalmente. Intenta cerrar la venta.

Recuerda que es tan sólo un juego, puedes ser creativo y hasta rozar lo absurdo. No es necesario que seas científicamente correcto en tu descripción del lápiz.

¿Cuántas gasolineras hay en tu ciudad?

Esta pregunta seguramente no tenga demasiado peso en la decisión de tu entrevistador.

De todas formas, este problema sondea tu sentido común.

No hay muchas formas reales para calcular esta respuesta sin tener datos concretos.

Según pude averiguar, un número razonable para realizar la estimación es de entre 2000 y 3000 personas por gasolinera. Usa este dato para extrapolarlo a la ciudad que te pidan.

Es posible, también, que, dada la popularidad de esta pregunta en las entrevistas, el entrevistador espere que conozcas este dato.

¿Cuántas pelotitas de tenis entran en esta habitación?

Este no es un cálculo para nada complicado. Permíteme explicarte como aproximarlo.

Una pelotita de tenis tiene aproximadamente 7 cm de diámetro. La distancia promedio entre tu meñique y tu pulgar, separándolos lo más que puedas, es de 15 cm. Es razonable pensar que una pelotita de tenis ocuparía cerca de la mitad de ese espacio.

Ahora multiplica 7 cm x 7 cm x 7 cm. Tendrás 343 centímetros cúbicos. Esto claramente es una aproximación, ya sé que las pelotitas de tenis son esféricas.

Procede, a continuación, a estimar las medidas de la habitación. Digamos que tiene 400 cm (4 metros) de largo x 300 cm (3 metros) de ancho x 200 cm (2 metros) de alto. Esto nos da un total de 24 millones de centímetros cúbicos.

Divide ahora esos 24 millones de cc por los 343 cc que ocupa cada pelotita de tenis.

Aproximadamente, en una habitación de 4 m x 3 m x 2 m entrarían 70 mil pelotitas.

¿Cuántos pañales se venden por día en China?

Esta es otra pregunta que evalúa tu capacidad analítica y cultura general.

Deberías saber que:

  • La población de China es de aproximadamente 1.400 millones.
  • Los niños dejan de usar pañales entre los 2 y los 3 años.
  • Se estima un uso de 10 pañales por día
  • Alrededor de 55 millones de chinos tienen entre 0 y 3 años (cerca de un 4% de la población total)

No sería descabellado arriesgar que en china se utilicen 500 millones de pañales por día.

Por supuesto que saber esto se torna mucho más complicado si no tienes hijos o contacto habitual con bebés.

Un caracol está en el fondo de un pozo de 30 metros. Cada día sube 3 metros, pero a la noche se desliza 2 metros hacia abajo ¿Cuántos días le tomaría subir hasta la superficie?

La respuesta correcta es 28 días.

Al final del día 27, el caracol alcanza los 27 metros. Al día 28, inicia desde esos 27 metros, sube 3 metros y ya está en la superficie. No se ve afectado por la pérdida de 2 metros por deslizamiento.

¿Qué salario estás esperando?

Esta, sin dudas, es una pregunta desagradable.

Mi consejo es que la evites a toda costa.

Responderla puede ponerte en una situación desventajosa ¿Qué tal si pides un salario muy por debajo del que la empresa estaba dispuesta a pagarte?

Sé directo, indica que no te sientes cómodo respondiendo a esta pregunta y que preferirías que la empresa te haga una oferta salarial llegado el momento indicado.

Te aseguro que esto no afectará tus chances, y de hecho te hará destacar entre los candidatos que tímidamente susurran un numerito con vergüenza.

Preguntas poco éticas y hasta ilegales

¿Cuál es tu estado civil?

Si bien puede ser una pregunta frecuenta para romper el hielo, también suele haber intenciones discriminatorias detrás.

Es que, si estás casada, o en pareja, y no tienes hijos, es probable (para el entrevistador) que en un futuro cercano tomes una licencia por maternidad, por ejemplo.

¿Alguna vez saliste con un compañero de trabajo?

Realmente tu entrevistador no debería inmiscuirse en cuestiones de tu vida privada.

Eres un adulto responsable y puedes hacer lo que se te plazca.

Educadamente sugiere que esta pregunta no viene al caso.

¿Alguna vez saliste con un jefe?

Misma situación que en la pregunta anterior.

¿Alguna vez saliste con un cliente?

Misma situación que en la pregunta anterior.

¿Tienes con quién dejar a tus hijos mientras trabajas?

“No, creo en la anarquía infantil. Cuando salgo para el trabajo los proveo de tenedores y les sugiero que los inserten en el tostador.”

Mejor no digas eso, tal vez ofendas a alguien. Dile que eres una madre responsable y que por supuesto siempre te aseguras de que estén bien.

¿Cuál es tu orientación sexual?

Pregunta extraña para la sociedad moderna si las hay.

Posiblemente sea un intento para sondear tus chances de tener niños.

Estás en todo tu derecho a negarte a responder.

¿Qué edad tienes?

Tu edad jamás debería ser un factor de decisión para ofrecerte o no el puesto.

¿Eres religioso?

Tus preferencias espirituales jamás deberían ser un factor de decisión para ofrecerte o no el puesto.

¿Vives con tu pareja?

Otra forma de querer predecir la inminencia de tu maternidad.

Deja en claro que no viene al caso.

¿Tienes pensado tener hijos?

Nuevamente un sondeo sobre la maternidad.

Estás en tu derecho a negarte a responder.

Por desgracia, miedo y necesidad, la respuesta habitual suele ser que no, que no tienes pensado “formar familia”.

¿Cuánto ganas actualmente?

“No le importa señor”

Puedes, cordialmente, decir que lo consideras una cuestión privada y que preferirías conservar esa información como tal.

¿Por qué te despidieron de tu último trabajo?

Esta es una pregunta verdaderamente incómoda.

Opta por decir que fue un recorte de personal generalizado.

Cómo contestar a las preguntas que no están en esta lista

Es humanamente imposible memorizarte todas las preguntas y respuestas posibles antes de una entrevista. De hecho, nadie espera que lo hagas.

Pero, y si lo hicieras… ¿Qué pasa cuando el entrevistador se sale del libreto?

Lo importante al prepararte para tu entrevista es poder entender los patrones en las preguntas y las respuestas esperadas. Como todo, es una cuestión de práctica. Nadie lo hace bien a la primera vez.

Procura relajarte y convéncete de que si lo haces mal, no pasará nada terrible. De hecho, estarás ganando experiencia para tu próxima entrevista.

Si te interesa desarrollar tus habilidades como entrevistado, te recomendamos nuestro artículo sobre cómo responder en las entrevistas laborales.

Un consejo para las entrevistas telefónicas

Si bien las entrevistas telefónicas suelen ser muy similares a las personales, existe una diferencia clave.

En una comunicación telefónica nadie podrá ver que tienes las respuestas a las preguntas más habituales preparadas de antemano.

Asegúrate de tener la habilidad de leer sin que se note que estás leyendo si vas a optar por aprovechar esta pequeña ventaja.

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